LOS CAMINOS DEL AMOR
Huele a soledad el campo
tan breve, tan sin sentido,
bajo un firmamento abierto
de par en par.
¡Apetito
de tierra sola, de tierra
desterrada, de caminos
que nunca llegan a Roma!
La carretera es un río
enjuto que no se acaba
y que no tiene principio.
Pero la esperanza enseña
a creer lo que no vimos;
el aire, la luz, la música,
la palabra...
Desistimos
de andar mirando las cosas,
descubriendo los registros
concretos.
El alto cielo
nos orienta con sus guiños
fulgurantes.
Levantamos
la mirada y transcribimos
su fausta telegrafía:
«¡Para el amor no hay caminos!»
Don Victoriano habla con palabras sabias sobre los caminos del amor. Hace años don Victoriano no hablaba de prostíbulos, ni de pus ni heces, y dedicaba su voz revolucionaria a la denuncia, y también a decir cosas bonitas. El poeta de antes es el reaccionario de ahora.
Creo que es un buen tema para que vosotras, que tanto sabéis del amor, nos dediquéis a todos algunas palabras.
jueves, 21 de febrero de 2008
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3 comentarios:
Creo que no he entendido muy bien el poema: ¿A Don Victoriano le gusta comer tierra? A mi hijo de pequeño también...
Ah, y acaba diciendo «¡Para el amor no hay caminos!» ¿Cómo que no? ¿No era nuestra dirección C/Estrecha,nº 1? ¿Es que ya no se acuerda don Victoriano? Vaya publicidad que nos hace.
Que falta de todo. Nos os dais cuenta , pero los reaccionarios sois vosotros. El sabio Crémer es de los pocos que se atreve a decir que el rey va desnudo. Él ya no tiene nada que perder. El tiempo pondrá a cada cual en su sitio. ¡Viva Crémer!.
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