Dicen que, de todas las mujeres, son las meretrices las que mejor comprenden al hombre. No le piden fidelidad, ni le agobian con sus problemas, y saben darle simplemente lo que necesita.
Tenéis que saber que, de todos los hombres, soy yo el que mejor os puede comprender. Sé que necesitáis alguien que vele por vosotras, y que sepa trataros como es debido en cada momento. Seré para vosotras vuestro padre y hermano mayor, vuestro protector y amante. Y cualquier otro hombre será, simplemente, un cliente.
Recordad las calles empedradas por las que llegasteis a mí… y el cocido maragato que os entregué para que os saciarais, sin pedir nada a cambio… excepto, claro está, vuestro cuerpo.
1 comentario:
Al: Mi madre (que en La Paz esté: adora Bolivia) siempre me dijo que eras un poeta. Gracias a tus ocasionales palizas nunca la creí... hasta hoy.
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